Un análisis global reciente ha observado una posible relación entre una toxina bacteriana en la niñez y el aumento de casos de cáncer colorrectal en adultos jóvenes. El estudio indica que la exposición inicial a la colibactina, una toxina generada por ciertas cepas de la bacteria Escherichia coli, podría influir significativamente en el desarrollo de este cáncer en individuos menores de 50 años.
El estudio analizó el ADN de casi mil tumores de pacientes provenientes de 11 países, descubriendo que las firmas genéticas asociadas a la colibactina, denominadas ID18 y SBS88, eran tres veces más frecuentes en individuos diagnosticados antes de los 40 años en comparación con aquellos mayores de 70. Estas mutaciones específicas se encontraron en aproximadamente un tercio de los casos en adultos jóvenes, indicando una posible exposición a la toxina durante la infancia, posiblemente antes de los 10 años de edad.
La colibactina es reconocida por su habilidad para perjudicar el ADN de las células del colon, lo cual puede desencadenar procesos tumorales que se presentan décadas más tarde. Este descubrimiento podría aclarar el incremento mundial de cáncer colorrectal en personas menores de 50 años, cuya incidencia se ha duplicado cada década en los últimos 20 años en al menos 27 naciones.
Además de la colibactina, el estudio identificó otras mutaciones asociadas a factores como el tabaquismo, el consumo de alcohol, dietas poco saludables y deficiencias de vitamina D. Estos hallazgos sugieren que una combinación de factores ambientales y de estilo de vida, junto con la exposición temprana a ciertas bacterias, podría estar contribuyendo al aumento de casos de cáncer colorrectal en adultos jóvenes.
La investigación subraya además la relevancia de tener en cuenta el microbioma intestinal al prevenir y diagnosticar de manera temprana el cáncer colorrectal. La estabilidad de las bacterias en el sistema digestivo puede ser modificada por la alimentación, la utilización de antibióticos y diversos factores del entorno, los cuales podrían afectar la probabilidad de desarrollar cáncer. Por ejemplo, un alto consumo de carnes procesadas junto con un bajo consumo de frutas y vegetales puede cambiar el microbioma de tal forma que propicie el crecimiento de bacterias que producen toxinas como la colibactina.
En base a estos descubrimientos, los especialistas recomiendan que las tácticas de prevención podrían abarcar la incentivación de dietas altas en fibra, la disminución del consumo de productos ultraprocesados y un uso mesurado de antibióticos en la niñez. Asimismo, se destaca la importancia de llevar a cabo más estudios para entender a fondo la influencia del microbioma en el surgimiento del cáncer colorrectal y para idear intervenciones efectivas que puedan disminuir el riesgo desde etapas tempranas.
Este estudio representa un avance significativo en la comprensión de los factores que contribuyen al aumento del cáncer colorrectal en adultos jóvenes y subraya la importancia de considerar tanto factores genéticos como ambientales en la prevención y tratamiento de esta enfermedad.